En la vida tenemos diferentes tipos de relaciones y muchas veces no comprendemos porque llegan personas que nos hacen sufrir y otras que nos ayudan, ya sean los padres, hermanos, parejas, hijos, jefes, amigos, vecinos, desconocidos, compañeros de escuela, etcétera.
Todas las personas que “se encuentran” o “llegan” a nuestra vida es para enseñarnos algo. Todas las personas que llegan a nuestra vida es por alguna razón y nosotros entramos en la vida de alguien también por alguna razón.
Todas y cada una de las personas traen bendiciones bajo el brazo, incluso las que más desconcierto o molestia te traigan, y aquellas que más te desesperen, también, pues te impulsan a que creas tanto, pero tanto en ti, que esas personas se volverán, grandes escalones en tu vida, si no tienes fe en ti vivirás con miedo pensando que este mundo es un lugar hostil en el que hay que vivir a la defensiva.
Querido lector te invito a que veas hacia atrás y en este momento, y observes las relaciones qué has tenido en tu vida, lo importante que han sido ciertas personas para tu crecimiento.
Todas las personas que llegan a nuestra vida son maestros que nos ayudan a aprender y tener crecimiento de conciencia, podrás encontrar maestros de tres tipos:
- Maestros Amorosos.
- Maestros Rasposos.
- Maestros Tormentosos.
Los tres maestros vienen a ayudarte a despertar, a que te muevas, a que te aprecies, a que sanes, a que entres en esas heridas para llenarlas de conciencia y de amor, que crezcas por encima del miedo, sólo que… vienen a hacerlo de muy distintas maneras.
Maestros Amorosos
Es el primer tipo de maestros que elegiste para ayudarte en esta vida. Ellos toman la forma de amigos entrañables con los que te divertiste increíblemente y que siempre recuerdas con cariño. Amigos con los que puedes desahogarte y ser tal como eres.
O en la forma de un amante inolvidable, que te hizo creer en el amor, o vibrar en pasión y lo recordaras con gratitud toda tu vida.
Puede ser un abuelo adorado que te dio sabios consejos o una madre apapachadora, o un esposo o esposa que siempre se mantuvo junto a ti, amándote sin renunciar a su amor, aunque fueran tiempos difíciles.
Este tipo de maestro también puede llegar en la forma de un extraño que siempre recordaras que te tendió la mano.
Este tipo de maestro te ayudará a ver y salir del miedo, te dará confianza hacia el futuro y te apoyará para dar pasos con mayor seguridad. Lo sentirás antes o después de su llegada a tu vida, puedes conocerlo o no en persona, pero tu corazón sentirá gratitud hacia él.
Te ayudará a ver de la manera más amorosa.
A este maestro tú le signaste este rol y ambos se eligen antes de nacer.
Cada una de las partes afirma que desea el encuentro y elige en qué momento o momentos de tu vida te lo encontrarás, para que traiga comprensión, amor y repuestas de tu vida, viene a ayudarte como parte de tu misión, a que tu despiertes.
En todos los casos el común denominador es que es una relación amorosa y gentil. Son maestros a los que siempre agradecerás con cariño cuando veas hacia atrás.
Habrá maestros más fuertes que otros, algunos de ellos marcaran tu vida como un antes y un después de ellos. Se encuentran destinados a cambiarte la vida, y precisamente por eso elegiste encontrártelos.
Esos maestros tienen como función traerte paz, aceptación, conciencia, amor, alegría, diversión, salud. Te ayudan a sentir dicha en tu vida.
Maestros Rasposos
Este tipo de maestros son “curiosos”, pueden ser amigos que se convierten en examigos, gente con la que primero te llevas muy bien y por circunstancias de la vida se complica el panorama. Surge una complicación y por un tiempo pueden ser personas que se conviertan en “una piedra en el Zapato”. A diferencia del maestro anterior son sujetos a los que quieres, pero de alguna manera tampoco puedes con ellos te cuesta trabajo de alguna manera.
Se convierten en el “coco” de las personas, un rompecabezas que en ocasiones no se termina de resolver, incluso siempre se tiene esa sensación con ellos como un “te quiero pero no puedo contigo”, “te quiero pero me acatarras”, ”te quiero pero no te puedo perdonar”, o un “te quiero pero me traicionaste”, “te consideraba una buena amiga pero preferiste ver sólo por ti, faltando a nuestra amistad”, “te quiero pero no me diste la atención que necesitaba”, en esta categoría también están las personas “que te ven la cara” o que sientes que te defraudaron de alguna manera pero no las puedes odiar, les guardas recelo, rencor, no las quieres cerca de ti, tienes dificultad para hablar con ellas si es que siguen en tu vida.
Pero de igual manera, lejos o cerca su relación no quedo o esta de manera amorosa, son relaciones en las que hay fricción que “raspan”.
Puede ser una hermana, una tía, un hijo, amigo ¡Que los quieres! pero no hayas la forma en ellos, constantemente te desesperan o actúan justo de la manera que no desearías que lo hicieran.
Pueden ser personas a las que brindaste toda tu confianza y querías, pero al tener actitud de orgullo, de envidia, de deseo de control, a una lucha de poder, entra el ego y la relación no camina más.
Si no se separan físicamente, si lo hacen solo emocionalmente, pues se raspa “ la relación” cuando se ven y aunque en el fondo se quieran no parece lograr un acercamiento real, ni una buena comunicación.
En este tipo de relaciones, puedes observar si el orgullo prevalece, el deseo de tener la razón o la envida, pueden ser hermanos que se aman, que se adoran; o una relación padre-hijo, que nadie hable mal de ellos o los toque porque pueden dar la vida y defenderlos, aunque ellos mismos se critiquen o que ni con mucho trabajo logran la mayoría de las veces una buena comunicación.
También pueden haber sido socios o un empleado y jefe de un trabajo formal o informal, donde uno de los dos se va ¡Solo para poner el mismo negocio que el que lo invito a trabajar en un principio con él ! El dolor esta constante en el primero, junto con el sentimiento de traición, mientras el segundo habla mal de quien lo invito a trabajar sólo porque no reconoce su error, envidia o su ambición y por lo tanto tendrá que hablar mal de esa persona para justificar su separación.
El común denominador es que hay sentimientos encontrados, de enojo y amor, cariño o gratitud. No puedes sacarlos de tu mente o de tu vida hasta que se envuelva de alguna manera el error y ambos regresen al amor, pude tomar muchos años, incluso al final de tu vida los ángeles o la vida misma, te ayudarán a hacer esa revisión de vida para llegar a perdonarlos, perdonarte o para que en tiempo presente puedas bajar la guardia, ya que en realidad nadie desea conflicto, en el fondo no los dejaras de querer o agradecer la importancia que tuvieron o tienen en tu vida.
Estos maestros tienen como función hacer que trabajes tus emociones o actitudes que no quieres reconocer en ti como el orgullo, la compasión, la envidia, la impaciencia, la baja autoestima, la ambición, una parte de ti que no está siendo responsable o respetuosa.
Este maestro te ayuda para que hagas un ejercicio de vida al confirmar qué SI quieres, qué NO quieres, QUIÉN SI quieres ser y quién no.
Esto te hará mejor tu comunicación interna y definir nuevas metas y formas de relacionarte.
Con este tipo de maestros no te será fácil relacionarte siempre, ya que suelen “rasparse” el uno al otro en medio de esos sentimientos. Al hacerte trabajar con tu ego ayudarán en un despertar pues ambos están, destinados a regresar al amor a la caridad; al hacerlo serán encuentros que te traerán conocimiento, reflexión sobre una forma en la que puedes actuar, al final en un ejercicio de vida para que una y otra vez elijas en la práctica, en la vida diaria la paz.
Maestros tormentosos
¡Agarrate! el tercer tipo de maestros… ¡oh, por Dios!
Viene a moverte el tapete en tu vida! literal, a sacudirte. No sabes que va a pasar exactamente con esas personas, si te quedarás con ellos o no, si ese día va a llover o salir el sol con ellos, pero su presencia en tu vida definitivamente no pasa inadvertida. Y cuando menos te lo esperas ¡ ZaZ! Eso se convierte en una gran desilusión, en un esguince de tercer grado en el corazón, o en un enojo que puede durar vidas.
Estos maestros tienen gran efecto en tu estado de ánimo y de igual manera marcan tu vida. Puedes haberlos elegido en la forma de una empresa despiadada que de un día para otro te retira beneficios y te inculpan de un delito que no cometiste para quedar bien con el consejo.
O difícilmente en la forma de una pareja súper atractiva para ti, parece que te quema el estar cerca de esa persona de la que te enamoras profundamente solo para NO quedarse contigo, ya que mintió y te enteras de que estaba casado y con hijos.
Puede ser en la forma del empleado que te comete un fraude dejándote en banca rota a ti y tu familia, el socio que te traiciona y terminaras en la cárcel por él, o el esposo que te engaña y además se porta de manera abusiva contigo y con los hijos etcétera.
Hay muchos ejemplos de donde escoger, pero creo que ya tienes la idea y sabes si has tenido un maestro así en tu vida.
El común denominador es que son personas con las cuales hay encuentros tremendamente fuertes, te obligan a tomar decisiones en tu vida, y definitivamente no lo recuerdas con cariño, ni son personas a las que sientes querer.
Al menos en un inicio con el tiempo y la práctica espiritual terminarás agradeciendo también, pero son los casos más difíciles de no sentir odio, frustración, impotencia o una profunda depresión.
La función de estos maestros es moverte tan duro el tapete que dejes de posponer tu crecimiento y atiendas tus heridas más profundas.
Acuerdas encontrarte con estos maestros para sanar pendientes de vidas pasada con ellos.
Puede haber gran negociación o ceguera de tu parte, pero te aseguro que te harán crecer.
Quizá los pediste para desarrollar y fortalecer tu autoestima para aprender a poner límites sanos; para aceptar y superar tu ambición desmedida, para que reconozcas el dinero como un medio y no como un fin, para experimentar el maltrato y ser empático con quien lo sufre; para reconocer y respetar las diferencias y aceptar que somos iguales.
O bien puedes atraerlos a la forma de una pareja que te maltrata física y emocionalmente, que te amedrenta sólo para que empieces a mostrarte más amor a ti que al que te maltrata. Su función es hacerte alzar la voz al fin para que te escuches y te observes en mayor conciencia.
Representan grandes cicatrices en tu vida “entre más duele el tropezón, más grande de lección”.
Como te puedes dar cuenta, los tres tipos de maestros te ayudan a crecer de maneras muy distintas, pero con cada uno trabajas y creces.
Con los maestros amorosos hay enseñanza donde hay gratitud-amor.
Con maestros rasposos hay amor-tensión.
Con los maestros tormentosos trabajas por medio de frustración, superación que te conduce a la más grande introspección.
Todos son un complemento en tu misión de vida, el plan de tu despertar.
Al final, todos ellos son necesarios para crecer y comprender, así aceptas la necesidad y la contundencia de las lecciones que llegan con la tormenta, todo se limpiará, tus pensamientos menos amorosos y con falta de valor serán puestos bajo la lupa.
Entre mayor es tu nivel de conciencia menos maestros tormentosos habrá en tu vida.
No es que no haya contundencia en las enseñanzas de los maestros espirituales amorosos, también puede decirte verdades y ayudarte a abrir los ojos, la diferencia es que a ellos no les guardas rencor por hacerlo.
Los maestros tormentosos como su nombre lo dice, traen consigo la tormenta y una inminente sacudida para que crezcas, hagas lo que NO haz hecho, elegimos más maestros amorosos que tormentosos.
Si en tu vida no aceptas a los maestros amorosos estás llamando a los maestros tormentosos y ellos aceleraran tu proceso.
Querido lector, tu también eres en esta vida un maestro para las personas con las que te relacionas, te invito a que conozcas tu poder, el poder que tienen tus palabras sobre otros, el poder que tus actos tienen sobre otros y el poder que tus pensamientos tienen sobre otros.
¡Toda tu energía está repercutiendo en otros!
Espero que este articulo te ayude a comprender más tus experiencias de vida, te recuerdo que mediante las Sesiones de Sanación Cuántica y Energética que ofrezco en sesión personalizada te ayudo a limar asperezas de vida para mejorar tu calidad de vida, vivir en equilibrio y generar tu paz interior.
¡Gracias! Martha Velasco