Atiende tus miedos

Sabias que la emoción más difícil de manejar es el Miedo, el dolor lo lloras, el enojo lo gritas, pero el miedo te atrapa silenciosamente en tu corazón.

¿Qué es el miedo para ti?
¿A que le tuviste miedo en la infancia y adolescencia?
¿Tus miedos fueron aprendidos o creados?
¿A que tienes miedo ahorita?

El miedo es la sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario, por ejemplo:

“la oscuridad le provocaba un miedo cerval; la agorafobia es un miedo obsesivo ante los espacios abiertos o descubiertos; algunos niños padecen miedos nocturnos que les impiden conciliar el sueño”

El miedo es el sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá un hecho contrario a lo que se desea, por ejemplo:

“tenía miedo de que la fiesta saliera mal; nunca decía nada, por miedo a meter la pata.”

El miedo o temor es una emoción caracterizada por una intensa sensación desagradable provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado.

Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta en todos los animales, lo que incluye al ser humano. La máxima expresión del miedo es el terror. Además, el miedo está relacionado con la ansiedad.

Existe miedo real cuando su dimensión está en correspondencia con la dimensión de la amenaza.

Existe miedo neurótico cuando la intensidad del ataque de miedo no tiene ninguna relación con el peligro. Ambos, miedo real y miedo neurótico, fueron términos definidos por Sigmund Freud en su teoría del miedo.

En la actualidad existen dos conceptos diferentes sobre el miedo, que corresponden a las dos grandes teorías psicológicas que tenemos: el conductismo y la psicología profunda.

Según el concepto conductista el miedo es algo aprendido.

El modelo de la psicología profunda es completamente distinto. En este caso, el miedo existente corresponde a un conflicto básico inconsciente y no resuelto, al que hace referencia.

Debemos escuchar nuestros miedos y así podremos generar los recursos de protección ante los peligros que nos estén enseñando.

Si ante alguna situación te sientes muy amenazado, párate y tomate un tiempo para conectar con las necesidades de tu parte miedosa.

Atiende tu miedo:

  1. Descubre que te asusta realmente: a que le tienes miedo que es lo que te angustia, la soledad, el rechazo, el abandono, el fracaso, el ridículo. Ponle palabras.
  2. Haz la foto de tu miedo: dibuja una figura humana que exprese tu miedo interior.
  3. Dialoga con el: imagina que la persona q tiene miedo esta frente a ti, entre cierra los ojos, observa que sientes al verlo y qué opinas de él y díselo como si iniciaras un dialogo. Hablará la parte tuya que está en desacuerdo con la parte miedosa, puedes cambiar de lugar. Sincérate y da rienda suelta al lenguaje.
  4. Descubre cómo puedes ayudar: lo que has escuchado te ayuda a resolver tu sensación de miedo o queda igual o aumenta. ¿Cómo necesitarías ser tratado para sentirte realmente ayudado?

Las dos partes quieren superarlo, mientras más consultamos nuestra parte miedosa de que trato interno necesita recibir, más se va aprendiendo de ella.

Interconsulta y cooperación para la parte miedosa, al sentirse respaldada encuentra las condiciones para tranquilizarse.

Claves para vencer el miedo.

  1. Haz algo, cualquier cosa. El miedo se alimenta de la inacción.
  2. Toma una decisión, abandona la creencia de que no puedes decidir hasta que estés seguro del resultado. El miedo se alimenta de la indecisión.
  3. Imagina lo peor que podría suceder y decide que harías si efectivamente sucediera. El miedo se alimenta de lo desconocido.
  4. Imagina lo mejor que pudiera suceder y cómo te sentirías si efectivamente sucediera. El miedo se alimenta de las sensaciones de poca valía.
  5. Di “Cualquier cosa es posible” en vez de “Esto no es posible”. El miedo se alimenta de las sensaciones de imposibilidad.
  6. Di “Yo puedo” y “¿Por qué no?” en vez de “no puedo”. El miedo se alimenta de la negatividad.
  7. Busca la verdad en vez de ocultar los hechos. El miedo se alimenta de mentiras.
  8. Inhala aire en vez de contener tu aliento. El miedo se alimenta de la asfixia, del ahogo.
  9. Acepta los errores en vez de pretender que no cometerás ningún error. El miedo se alimenta del perfeccionismo.
  10. Da un paso hoy en vez de esperar a correr un maratón mañana. El miedo se alimenta de esperar el momento adecuado.

Querido lector si necesitar más ayuda para atender tus miedos pongo a tu disposición las Sesiones de la Medicina Cuántica y Energética. será un gusto ayudarte a lograr tu bienestar.

¡Gracias! Martha Velasco

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